La digitalización de las redes y la incorporación de nuevas tecnologías resulta imprescindible en el marco actual de transición energética: integración de renovables a gran escala sin comprometer la eficiencia y seguridad de suministro, entrada de nuevos agentes con capacidad de gestión de la demanda (“prosumers”, agregadores, comunidades energéticas, entre otros), sistemas de almacenamiento y recarga, etc.

La digitalización es una tendencia clave para las empresas – y en particular las PYMEs -que operan en el sector eléctrico, que les impulsa a evolucionar su oferta hacia soluciones tecnológicas con un grado cada vez mayor de inteligencia y servicios de alto valor añadido para facilitar la transición hacia un modelo de red más distribuido, digitalizado y descarbonizado. El impacto de las inversiones previstas en digitalización de redes durante la próxima década contribuirá de forma sustancial a la competitividad y a la creación de empleo en las empresas de este sector.